Oposición a la Píldora del día después

El bloque opositor a la polémica píldora está compuesto por Iglesia Católica y partidos de derecha fundamentalmente, es decir, UDI, RN y ciertos conservadores de la DC. Los argumentos que esgrimen estos protagonistas para rechazar la distribución del medicamento en nuestro país se basan en que permitir su circulación significa legitimar el aborto, el derecho de atentar contra la vida de seres humanos no nacidos.

La perspectiva de la Iglesia , en su slogan "en defensa de la vida", se apoya en asumir que la píldora es abortiva ya que atenta contra el óvulo fecundado y no permite su implantación en el útero. Este argumento lo señalan en base a estudios realizados por la Pontificia Universidad Católica de Chile, a cargo de los doctores Patricio Ventura-Juncá, Enrique Oyarzún y Claudio Barros. En la investigación los médicos exponen las evidencias científicas encontradas sobre los efectos abortivos del Levonorgestrel, también conocido como la píldora del día después.

La investigación en cuestión centró su objetivo en responder si el fármaco es efectivo en disminuir la probabilidad de embarazos cuando es ingerido el día de la ovulación o posterior a ésta. Para los analistas “si la respuesta es positiva, necesariamente su efectividad es sólo explicable por una alteración de la implantación, es decir, un efecto abortivo”.

Además, en la investigación se señala que“los estudios epidemiológicos realizados a la fecha tienen limitaciones metodológicas que impiden dar una respuesta definitiva a esta pregunta”.

En definitiva, el equipo médico que realizó este estudio señala que su argumento para declara que la píldora del día después es abortiva, se resume a que "en teoría podría haber un efecto inhibitorio de la fertilización si se ingiere 1 día antes o 12 horas después de la ovulación, pero esto no ha sido comprobado, y varios autores consideran que este efecto sería muy limitado o marginal debido a que el rápido ascenso de los espermatozoides al lugar de la fecundación no dejaría tiempo para que el fármaco llegara a actuar".

Para los efectos del estudio en cuestión, los analistas destacan que “entendemos por aborto no la definición nominal operativa de la OMS , que lo define como interrupción del embarazo a partir de la implantación, sino que la definición real que comprende la eliminación de un ser humano desde su inicio en la fecundación hasta el nacimiento”.

En este contexto, la Iglesia Católica , respaldada por la Comisión Nacional de Bioética de la Conferencia Episcopal de Chile, ha sentado sus bases para declarar públicamente que la píldora es abortiva, señalando que “ la información científica puesta a nuestra disposición demuestra que el fármaco podría alterar o impedir la implantación, con lo que se produce la eliminación del embrión, es decir, un aborto. Así lo reconocen los propios laboratorios que distribuyen el producto, al advertir en su instructivo que "puede impedir la implantación". Un mal probable no es un probable mal sino que un mal cierto. Vender y entregar esta píldora sabiendo que puede impedir la anidación es un atentado en contra de la vida de las personas”.

Desde esta perspectiva, la Iglesia Católica ha manifestado su descontento con las políticas de salud que el gobierno ha decidido implementar en relación a la Píldora del día después. Así, la jerarquía eclesiástica de nuestro país fue enfática al señalar que en materia de derechos humanos durante la dictadura militar, el rol de la iglesia fue preponderante y en defensa de la vida, señalan que “con la misma energía que (la iglesia) intervino a favor de las víctimas de los derechos humanos en el pasado, hoy señala que es hora de (...) defender el derecho a la vida de todo ser humano desde sus inicios (...) El respeto a la vida humana no admite discriminaciones. Ya tenemos dolorosas experiencias del pasado, como si unas vidas fuesen respetables y otras no merecieran respeto alguno”.

En relación a los partidos políticos de derecha conservadora, incluidos algunos militantes de la Democracia Cristiana , los argumentos no difieren mucho de los expresados por la iglesia Para algunos, “la principal preocupación para la UDI y RN se refiere a la creencia de que la píldora podría llegar a promover una mayor flexibilidad respecto a la sexualidad de los chilenos".